El Camino del Norte se extiende a lo largo de la Costa Cantábrica y está considerado como uno de los recorridos más gratificantes del Camino de Santiago por la belleza de sus paisajes. Todas sus etapas tienen algo especial que las hace únicas, pero hoy os hablamos de una de las más destacadas: la etapa Soto de Luiña-Cadavedo.
Inicio de la etapa Soto de Luiña-Cadavedo: dos opciones de recorrido
El primer consejo que os damos es que os surtáis en Soto de Luiña de todo lo necesario para la ruta (tomad buen desayuno, comprad agua y todo lo que necesitéis), ya que no encontraréis supermercados, farmacias ni cajeros hasta llegar al final de la etapa.
Además, si vais con tiempo de sobra, no os arrepentiréis de dedicar un día entero a disfrutar de este lugar tan mágico. Nuestra recomendación es que reservéis una noche más de alojamiento en alguno de los establecimientos ubicados en el Valle de las Luiñas, disfrutéis de la auténtica gastronomía asturiana en sus restaurantes, y visitéis dos de sus imperdibles:
- La Iglesia de Santa María de Soto de Luiña: declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, es una parada obligatoria para todo peregrino que se precie ya desde el siglo XVIII.
- El Cabo Vidío: recorrer su Ruta de los Acantilados será toda una experiencia que recordaréis toda la vida. Además, os recomendamos llevaros un recuerdo sacando una bonita fotografía en el mítico banco del Mirador del Sablón.
Tomar un alto en el camino es muy recomendable para arrancar al día siguiente con mucha más fuerza y motivación.
Dicho esto, nada más salir del Valle de las Luiñas se encuentra una bifurcación que obliga a tomar la decisión de seguir el Camino del Norte por la costa o por la montaña. La elección depende mucho del estado físico de cada uno y de los objetivos personales. La variante de la montaña es la histórica y más dura en cuanto a condiciones, mientras que la de la costa es más sencilla y además transcurre a través de preciosos paisajes marineros. La más utilizada, recomendada, y de la que hablaremos a continuación, es la segunda.
Tramo de Albuerne: la sorpresa de la Playa del Silencio
El pueblo de Castañeras no cuenta con servicios para peregrinos, pero al llegar a él os aconsejamos desviaros 700 metros del Camino del Norte y hacer una parada para disfrutar de las vistas que ofrece la preciosa Playa del Silencio, una de las más especiales de la Costa Cantábrica. Os encontraréis con una estampa paradisíaca de rocas afiladas, arena virgen y mar en calma que os llenará de paz y os permitirá descansar en esta etapa Soto de Luiña-Cadavedo.
Playa de Ballota: mitad de etapa
En el límite entre los concejos de Cudillero y Valdés se encuentra la segunda playa de la etapa Soto de Luiña-Cadavedo: la de Ballota. En este caso basta con desviarse 100 metros del Camino para llegar a ella y, una vez más, es un punto perfecto para detenerse a beber agua, comer algo y tomar aire.
Tablizo: entre bosques y pastos
La mayor parte de este tramo transcurre por una pista forestal rodeada de naturaleza de todo tipo: mar, acantilados, valle, bosques, prados… es un agradable paseo y una bonita forma de ir aproximándose al final.
Cadavedo: final de la etapa Soto de Luiña-Cadavedo
Y finalmente, se llega a Cadavedo, donde vuelve a haber todo tipo de servicios para los peregrinos. Acaba el día y llega la hora de relajarse y descansar hasta la siguiente etapa.
¡Buena etapa y buen Camino!